Wichita Kansas | 11 de noviembre, 2024
Por Claudia Amaro
"La vida es un carnaval” es una frase bien conocida de la cantante cubana Celia Cruz. Esta frase captura cómo muchos en América Latina ven la vida: como un carnaval. No hay mejor manera de describir la cultura vibrante, el color y el folclore en los países latinoamericanos. América Latina respira arte. Si alguna vez has visitado, sabes a lo que nos referimos.
Pero, ¿qué pasa cuando los latinos migran a países con culturas diferentes? ¿Qué sucede con los latinos en el ámbito del arte en los Estados Unidos? ¿Y aquí en Kansas?
Planeta Venus habló con Maira Castañeda, una ingeniera química que decidió cambiar su vida y dedicarse a una carrera de baile folclórico en México. Castañeda se mudó a Wichita hace 16 años para formar una familia y dedicarse a criar a sus hijos, alejándose de su pasión por el baile. No volvió a conectar con el arte hasta una década después.
“Durante esos 10 años, extrañaba una forma de expresarme,” dijo. “Bailar siempre ha sido una forma de expresión para mí, y lo más difícil fue sentirme vacía. Darme cuenta de que no podía expresar mis emociones fue muy difícil. Bailar era una necesidad que tenía.”
Castañeda cree que en Wichita faltaban actividades artísticas que invitaran a la comunidad latina a participar, aunque ha visto cambios positivos en los últimos años. “Creo que la comunidad latina no estaba tan presente como lo está hoy. Nuestra cultura no era tan conocida hace una década como lo es ahora,” dijo.
Diez años después de su llegada a Wichita, Castañeda fue invitada a unirse a Raíces de Mi Tierra, un grupo de baile folclórico fundado por madres latinas que querían que sus hijos experimentaran la cultura y las raíces de América Latina. Después de conocer su experiencia en el baile, el grupo le pidió a Castañeda que enseñara a niños de 6 a 8 años. Hoy en día, es la directora creativa del grupo.
Un Panorama Más Amplio
Viviana Macedo, es miembro activo de la comunidad de Wichita durante más de 25 años, es la presidenta de la junta de Raíces de Mi Tierra. Ha trabajado gran parte de su carrera en el sector sin fines de lucro y ahora sirve en menos mesas directivas para pasar más tiempo con su familia. Fue su hija quien la conectó con Raíces de Mi Tierra. “Conocí Raíces de Mi Tierra a través de mi hija,” dijo Macedo. “Ella es la única de mis hijos que no estaba interesada en los deportes. Había visto a algunas chicas bailando folclore y estaba decidida a unirse.”
Cuando la hija de Macedo se unió a Raíces de Mi Tierra, Castañeda estaba lista para llevar al grupo al siguiente nivel y establecerlo como una organización sin fines de lucro. Macedo ayudó a incorporar la organización, y ahora ambas trabajan para sostener su crecimiento.
El Impacto en los Pequeños
Los estudios muestran que el acceso al arte puede mejorar la salud mental y la calidad de vida. Macedo dice que la confianza en sí misma de su hija ha crecido desde que comenzó a bailar. “He visto cómo ha desarrollado disciplina y ha aprendido a proyectarse,” dijo. “Ahora habla en público durante presentaciones, no solo baila. Ha sido un crecimiento increíble.”
Tanto Castañeda como Macedo creen que cuando un niño entiende su cultura e identidad, su autoestima crece. “Un niño con alta autoestima puede enfrentar desafíos mejor, dándole herramientas para el futuro,” dijo Macedo. “Crear un espacio donde los niños de diferentes orígenes puedan concentrarse en algo positivo es importante para nosotras.”
Según Castañeda, Raíces de Mi Tierra ha crecido de un grupo dirigido por padres a una organización sin fines de lucro con una estructura organizada. “Algunos miembros quieren llevar nuestra cultura más allá de los eventos comunitarios y enfocarse en la educación,” dijo.
Los Desafíos individuales y del grupo
El arte puede ser costoso, especialmente el baile, que a menudo requiere trajes específicos para varios temas. Castañeda dice que los padres enfrentan muchos desafíos para apoyar a sus hijos, desde limitaciones financieras hasta encontrar transporte y hacer tiempo para las prácticas y los eventos.
Raíces de Mi Tierra ha existido durante varios años, pero aún no encuentra un espacio ideal para practicar. Castañeda expresó su gratitud por los lugares que los han acogido, pero dijo que el grupo aún no ha asegurado una ubicación permanente con el suelo adecuado para que los danzantes no se lastimen, con espejos y espacio para los trajes.
Para Castañeda y Macedo, la misión va más allá del baile. Quieren que Raíces de Mi Tierra sea sostenible, dando la bienvenida a personas de todos los orígenes. La organización ahora incluye tanto a adultos como a niños. Macedo dijo que la mesa directiva quiere honrar las contribuciones de cada miembro.
“Maira es nuestra directora creativa, y su pago debería reflejar su talento. Por ejemplo, tenemos una costurera que hace nuestros trajes, y ella establece sus propios precios. Aseguramos que todos reciban una compensación justa,” dijo Macedo. “El hecho de que alguien sea de nuestra comunidad no significa que deba cobrar menos.”
Castañeda, quien ha encontrado alegría en la enseñanza, y Macedo, quien ve en Raíces de Mi Tierra una forma de empoderar a los jóvenes, están dedicadas a motivar y guiar a otros para que hagan crecer la organización.
En busca del éxito y la sostenibilidad
Raíces de Mi Tierra ahora tiene 60 bailarines, desde niños en edad preescolar hasta adultos. El grupo se presenta en eventos comunitarios y escuelas. Las clases se estructuran por nivel de habilidad y comienzan cada semestre, con cada clase reuniéndose dos veces por semana.
“Tengo que estar ahí todos los días, ya que enseño todas las clases,” dijo Castañeda. “Por eso fue tan importante para mí tener más estructura y apoyo administrativo.”
Se están preparando para crear un sitio web, que proporcionará información sobre los eventos del grupo y cómo programar presentaciones en la comunidad.
Cuando se les preguntó cómo puede apoyar nuestra comunidad a Raíces de Mi Tierra, Macedo respondió: “Es una combinación de cosas: se trata de promover nuestro grupo como organización, ayudar a otros a conocernos e invitarnos a sus eventos, pues nuestro grupo necesita esa exposición. El apoyo financiero también es bienvenido, ya sea contratándonos para actuaciones o haciendo donaciones.”
Castañeda y Macedo enfatizan que Raíces de Mi Tierra es para todos. “Este grupo es para cualquiera que busque crecimiento y un lugar donde se sientan bienvenidos,” dijo Castañeda. “Me gustaría invitar a todos y a cualquier persona a unirse a nosotros.”
Fotografías compartidas por Maira Castañeda.
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