Factchequeado | 25 de febrero, 2024
Los niños y adolescentes se ven expuestos a fraudes online o phishing a través de diferentes vías, como las redes sociales. En este artículo explicamos algunas claves para que aprendan a evitar engaños.
Cuáles son los riesgos a los que se pueden enfrentar los menores en internet y cómo les llegan
Como se indica en este artículo de Internet Segura for Kids (IS4K), proyecto del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) de España, es habitual pensar que los menores están exentos de los riesgos que parecen dirigidos a un público adulto, como son los fraudes online. “En realidad, estos engaños también se dirigen a niños, niñas y adolescentes en sus contextos específicos o simplemente están presentes en todo tipo de servicios y entornos digitales”, señala el organismo.
La Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC), en su sección Proteja a los niños en internet, recomienda cómo hablar con sus hijos sobre sus actividades en internet, y cómo ayudarlos a tomar buenas decisiones y mantenerse seguros”.
Por ejemplo, a través de redes sociales como Instagram o TikTok, los estafadores pueden publicar engaños en los que los menores podrían caer, como ofertas y descuentos que conducen a webs fraudulentas y falsos concursos y sorteos en los que se solicitan pagos o información personal. Es el caso del scam de la tarjeta de regalo de Shein, por ejemplo. Por esta vía, también podrían recibir enlaces y de descarga de aplicaciones maliciosas para supuestamente obtener premios en juegos online. En Factchequeado te hemos contado de las aplicaciones que prometen hacerte ganar dinero por mirar videos o hacer tareas sencillas. Juan García, especialista en alfabetización digital de adolescentes y nativos digitales, contó a Maldita.es, medio cofundador de Factchequeado, que, en redes sociales, ataques como el phishing son un problema en aumento por la falta de habilidades digitales de los menores más allá del teléfono. “Al no estar acostumbrados a navegar por páginas web, estas estrategias se basan en captar al usuario dentro de una app que le resulta familiar y en algún punto del proceso ‘sacarlo’ a un navegador, donde es menos competente para identificar elementos de desconfianza”, explicó.
La FTC apunta que los intentos de phishing pueden llegar a través de medios más tradicionales como mensajes, correos electrónicos o pop-ups. También recomiendan decirles a sus hijos que no envíen o compartan “fotos, videos o mensajes con contenido de sexo explícito” desde su teléfono móvil, una práctica conocida como sexting, porque ponen en riesgo su reputación, amistades, y que, incluso, “si archivan este tipo de mensajes podrían estar infringiendo la ley”.
Es importante acompañarlos mientras aprenden a navegar y usar las redes sociales y el móvil
El FTC recomienda a los padres en su guía Netcétera, hablar con los hijos desde temprana edad sobre su comportamiento en línea. “Tan pronto cuando su hijo comience a usar un teléfono, aparato móvil o una computadora, es el momento indicado para hablar con él sobre cómo debe comportarse y protegerse cuando está en línea”, señala el organismo.
Como explica este artículo de Maldita.es, la mediación parental adaptada a la edad del menor es importante para que niños y adolescentes aprendan a navegar por internet de forma segura. Para ello, los padres deben formarse sobre los peligros de la red y desarrollar unas competencias mínimas en el uso de la tecnología.
“Hay que tratar estos temas desde muy pequeños”, señala por su parte García. “El mito del nativo digital se basa en que los niños nacen aprendidos y los padres poco pueden enseñar. Sin embargo, y por cuestiones generacionales, los padres probablemente sean más competentes identificando páginas peligrosas o sorteos extraños en un navegador web”, explica el especialista.
Consejos prácticos para que los niños y adolescentes eviten ser víctimas de una scam
La FTC plantea una serie de pautas a seguir que podemos transmitirle a los más jóvenes cuando naveguen en internet:
Familiarizarse con la Ley de Protección de la Privacidad Infantil en Internet (COPPA). Esta ley obliga a las páginas cubiertas por COPPA a obtener el consentimiento de los padres antes de recolectar la información personal de su hijo menor de 13 años.
Considerar usar los controles paternos para limitar el acceso a ciertos sitios, aplicaciones, palabras o imágenes.
Usar herramientas de monitoreo que alertan a los padres sobre la actividad en línea sin bloquear el acceso.
Bloquear el contenido saliente con un software que impida compartir información en línea o vía email.
Enseñarles la importancia de no facilitar información personal (nombre y apellidos, teléfono, dirección, correo electrónico o fotos).
Evitar hacer clic en un enlace o descargar un archivo a menos que se confíe en la fuente. Se puede hacer uso de herramientas como VirusTotal o URLVoid para analizar los enlaces.
Usar contraseñas sólidas, no compartirlas con nadie, y un segundo sistema de autenticación para proteger las cuentas.
Antes de descargar una aplicación, hay que comprobar su autenticidad (nombre, desarrollador, opiniones) y valorar si los permisos que solicita son proporcionados.
Aplicar el sentido común: si parece demasiado bueno para ser verdad, probablemente sea mentira.
En el caso concreto de las redes sociales, según apunta García, ciertos elementos son fácilmente falsificables (nombre, logotipo, biografía, número de seguidores). “La clave ante cualquier estafa es identificar la cuenta oficial y descartar cualquier cosa que no venga de esa cuenta”, afirma. Y recomienda desactivar la opción de que puedan etiquetar al menor en fotos y stories de perfiles que no estén entre sus contactos.
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