Lyons Kansas | 10 de marzo, 2025
Por Alicia Silva | Planeta Venus

Para muchos inmigrantes en los Estados Unidos, el camino hacia la educación superior y una carrera estable está lleno de obstáculos. Pero para una enfermera, esas barreras solo alimentaron su determinación. Ahora, una enfermera viajera especializada en trabajo de parto pasó años desafiando las expectativas, tanto para sí misma como para otras personas como ella.

Al crecer en la pequeña ciudad de Lyons, Kansas, Odalis Hutchins siempre supo que quería ser enfermera. Su trayecto, sin embargo, no fue nada fácil. Como estudiante universitaria de primera generación y beneficiaria de DACA, se enfrentó a numerosos obstáculos que podrían haber descarrilado sus sueños. Sin embargo, a través de la perseverancia, la determinación inquebrantable y el apoyo de su comunidad, Hutchins no solo logró sus objetivos, sino que continúa sirviendo a los demás de maneras que se extienden más allá de las paredes del hospital.
Desde muy joven, Hutchins se sintió atraída por el campo de la medicina. Decidida a adquirir experiencia, se inscribió en un curso nocturno como estudiante de segundo año de preparatoria para obtener su certificación de Asistente de Enfermería (CNA). Siguió con una licencia de Asistente de Medicamentos Certificado (CMA) en su último año. Estos primeros pasos le permitieron trabajar en un hogar de ancianos local mientras aún estaba en la escuela, lo que solidificó su pasión por la atención al paciente. Hutchins equilibró la escuela, el trabajo y las actividades extracurriculares, todo mientras navegaba por las complejidades de la educación superior por su cuenta.
Uno de los obstáculos más frustrantes que enfrentó llegó en la escuela preparatoria cuando le otorgaron una beca para la universidad, solo para descubrir que no podía aceptarla debido a su estatus migratorio. "No entendía por qué importaba el estatus. Había trabajado duro para conseguir esa beca como todos los demás", recordó Hutchins. "Al principio estaba muy molesta, pero luego me dije a mí misma: 'Mírenme hacerlo de todos modos'. Me negué a dejar que me detuviera". Ese momento decisivo despertó una determinación aún mayor para tener éxito, lo que la empujó a demostrar que no necesitaba ayuda financiera para lograr sus sueños.
Ser una estudiante universitaria de primera generación significaba que Hutchins no tenía un plan a seguir. Tuvo que averiguar cómo solicitar la universidad, encontrar ayuda financiera, inscribirse en clases e incluso seleccionar un plan de comidas sin la orientación de los miembros de la familia que habían recorrido ese camino antes que ella. A pesar de estos desafíos, ella sobresalió. Se graduó de la preparatoria con 22 créditos universitarios ya completados, ganando lugares tanto en el cuadro de honor como en la Lista del Decano a lo largo de su carrera académica. También hizo una prioridad el ayudar a otros en situaciones similares al asesorar a otros estudiantes de primera generación en su hermandad y en el campus.
Si bien su propia perseverancia fue clave, Hutchins también le da crédito a la comunidad de su ciudad natal por su aliento. Lyons puede ser pequeño, pero su estímulo fue inconmensurable. Los maestros, los vecinos y los líderes locales con frecuencia verificaban su progreso, siempre recordándole su orgullo por sus logros. Sus palabras de aliento le sirvieron de motivación durante los momentos más duros de su trayecto. Saber que tanta gente creía en ella, empujó a Hutchins a seguir esforzándose por más.
Después de años de arduo trabajo, Hutchins se convirtió en enfermera registrada y desde entonces ha pasado los últimos 3.5 años trabajando en cuidados intensivos, unidades médico-quirúrgicas y trabajo de parto. Ahora trabaja como enfermera viajera, una oportunidad que le ha permitido adquirir una experiencia diversa en diferentes entornos hospitalarios mientras continúa sirviendo a las comunidades necesitadas. Uno de los aspectos más gratificantes de su trabajo, dice, es poder brindar atención a pacientes Latinos que pueden sentirse más cómodos hablando español. Como una de las pocas enfermeras bilingües en su unidad, se enorgullece de asegurarse de que los pacientes entiendan sus planes de tratamiento y se sientan vistos y escuchados.
A pesar de sus logros, la incertidumbre sobre las políticas de inmigración sigue siendo una preocupación persistente. El panorama legal en constante cambio no solo la afecta a ella, sino a muchas otras personas que han trabajado arduamente para construir sus vidas en los EE. UU. Aun así, Hutchins sigue comprometida a seguir adelante. Planea ampliar su educación obteniendo un título de Doctora en Práctica de Enfermería (DNP) y convirtiéndose en enfermera familiar especializada en la salud de la mujer, que tiene la intención de financiar de su bolsillo.
¿Su consejo para otros estudiantes de DACA? Siéntete orgulloso de tus raíces, sigue adelante a pesar de los obstáculos y educa a los demás siempre que sea posible. "Es increíblemente gratificante caminar por el estrado en la graduación sabiendo cuánto esfuerzo y sacrificio hubo detrás, no solo de mí, sino también de mi familia", dice Hutchins.
Su historia es una historia de resiliencia, pasión y el poder del apoyo de la comunidad. Ella es un testimonio de lo que es posible cuando la determinación se encuentra con el estímulo, demostrando que ningún desafío es demasiado grande cuando tienes un sueño por el que vale la pena luchar.
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